Deudora en movimiento

Hace cuatro años empezó a depender de sus tarjetas de crédito para mantener su negocio a flote. Hoy en día, la situación no la permite pagar ni los mínimos requeridos.

Mié, 15/04/2009 - 09:58 Periodico Publico, Jalisco.

No siempre puedo ir a las juntas, lo que pasa es que viajo mucho”. Y sí que lo hace, Esther Palomino Rodríguez, comerciante, por lo general viaja al menos dos veces por semana para surtirse de ropa que luego vende en el Baratillo o establecimientos similares. A pesar de todo su esfuerzo, actualmente está batallando contra la deuda que tiene acumulada en varias tarjetas de crédito, junto con otras 400 personas, forma parte del grupo llamado Deudores en Movimiento.

Esther, de 51 años, cuenta que lleva más de un cuarto de siglo en la industria de la ropa. Hasta hace cuatro años, su negocio no sólo vendía ropa sino también la fabricaba. “Hacía ropa conservadora para dama, y de moda también” nos dice. El problema es que cuando su situación económica dio un giro poco afortunado, tuvo que dejar de fabricar y limitarse a la venta. “La ropa ya no se vende como antes”, lamenta.

En ese momento comenzó el problema que ocasionó que tuviera que unirse a Deudores en Movimiento. La manera de operar de se negocio incluía aceptar las líneas de crédito que le ofrecían sus proveedores, cuando llegó el boom de tarjetas de crédito acepto varias y se endrogó.

“Yo era muy valiente” nos dice. En efecto, esta mujer no sólo es trabajadora sino que, como buena empresaria, estuvo dispuesta a arriesgarse. Compró materiales y demás artículos con sus tarjetas de crédito para mantener su empresa por encima del agua. A la fecha, Esther tiene cuatro tarjetas de crédito, dos en HSBC, una en Credomatic y otra en Bancomer BBVA. En el transcurso de cuatro años, una deuda de consumo de cincuenta y seis mil pesos se ha convertido en una de setenta y cinco mil. Hasta hace poco, Esther se esforzaba por cada mes al menos pagar la cuota mínima sin embargo, ya ni eso se puede.

Deudores en Movimiento nació el 4 de diciembre de 2008 y tiene como antecesor la Asamblea Ciudadana de Deudores a la Banca, organización que se fundó después de la crisis del 94, tiempo en el cual la inflación y tasas de interés multiplicaron las deudas originalmente contraídas por usuarios de servicios financieros en México. En su momento, la asociación hizo frente común con el Barzón.

Actualmente, las juntas que se celebran cada miércoles a las 19:00 horas en las oficinas de la organización ubicadas en Garibaldi 1546 en la colonia Santa Teresita, sirven tanto como reuniones de apoyo entre personas que se encuentran en la misma situación como cursos de capacitación en caso de cobros extrajudiciales o embargo.

Históricamente, cuando existe gente en desesperación aparecen toda clase de oportunistas. En este caso, los bancos subcontratan a cierta especie de abogados para que logren cobrar los montos adeudados. Despachos como Enrique Rodríguez & Asociados, S.C. usan métodos como humillación ante vecinos para cobrar las deudas y percibir un porcentaje.

Esther, quien tiene seis hijos, comenta que los bancos no quieren negociar, los abogados que envían ofrecen tratos que luego el banco no respeta. “Nomás salimos de un hoyo para entrar a otro. Sí queremos pagar, pero lo justo”.